Conserva intactas las ruinas a las que quedó reducido su núcleo urbano (2.500 habitantes) después del bombardeo al que fue sometido durante la Batalla del Ebro (1938).
La emoción y sensaciones que me ha producido su visita sólo puedo compararlas a las que sentí visitanto el campo de exterminio de Mathausen.
Al final del recorrido aparecen las sabias palabras de Gandhi :
“no hay caminos para la paz: la paz es el camino”
2 comentaris:
Has creat un bon montatge per a descriure l'impacte que et causa el lloc.
Una abraçada.
El montaje es excelente. Te transporta a la tragedia en un instante. Un abrazo.
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